lunes, 29 de octubre de 2007

El sábado, aventurilla en la Europea




El sábado corrí un Cross Aventura (o aventurilla diría yo) en la Universidad Europea. Era una carrera por parejas que constaba de una prueba Score, orientación a pie, orientación en BTT y luego pruebas adicionales como escalada, rappel, tiro con arco y luego chorradillas divertidas del tipo "lanzamiento de freesbee" o montar una tienda de campaña. Además de esto, también pude disfrutar de una nueva modalidad de ciclismo: el "agro-btt", esto fuera de programa y cosecha propia de mi compañero.


Nos juntamos Rafa "Brother", su hermano Miki, Luis García y servidora y se hicieron 2 equipos: Raboti I y Raboti II.

El García y yo nos dormimos y llegamos tarde así que ni estuvimos en el briefing ni nos enteramos de nada. No sabíamos que había cierre de control en cada sector así que menos mal que nos avisaron en una prueba porque si no estábamos todavía buscando balizas. Aún así nos penalizaron por llegar tarde, de nuevo.



Pero bueno, nos lo pasamos bien, y luego además nos alegramos porque el Raboti I ganó la carrera y así el "Brother" pudo lucir sus gafas fashion en el podium.

Curiosa la pareja que ganó en categoría mixta: él, el típico atacao, ella, gordita que hacía lo que podía. El individuo se tiró toda la carrera gritándole "joder, pero corre un poquito ¿no?", "pero bueno, esta tía donde se mete?" "¡a ver si aligeras!" y lindezas por el estilo. Luego ganaron porque en estas carreras es más importante orientarse bien que ser veloces. Entonces sí que estaba contento el individuo. Y vaya día que le dió a la pobre chica. Yo le habría mandado a Sebastopol. En fín, que tenía ganas de hablar de esto, porque desgraciadamente es una escena que llevo viendo toda la vida: parejita haciendo deporte y el novio pegándole gritos a la chica porque no va tan rápido como a él le gustaría.


Y es que en el fondo, pienso que las tías somos un poco masocas y necesitamos que nos den caña. Como yo siempre me he rodeado de tios que no me gritan, y que cuando van conmigo van a mi ritmo sin quejarse ( es más, van bien contentos) pues para eso me busqué a Nuria, que no me deja hacer parada de coca-cola, ni parar a saludar, y siempre con su "¡sube un piñón!". En el fondo me gusta la caña....

2 comentarios:

Ishtar dijo...

Si a mi alguien se le ocurre gritarme, me lo como. Me gusta que me den caña, que me traten como un ser fuerte y autosuficiente, pero que me griten cuando me estoy esforzando claramente... uffff (a no ser que sea el entrenador... ese tiene un pase, porque lo considero como un método, no como una vejación.. aunque todo tiene su límite, claro ;-)).

Pero es verdad que el que me traten como a una princesita me revienta a sobremanera grrrrrrr :-P

Besicos y a mentalizarse para volver a dar caña!!!

Esperanza dijo...

Ishtar, mentalizada estoy (eso creo). Si el problema lo tengo ahora, que no puedo estarme quieta. Quiero aprovechar este tiempo para hacer cosas que luego no se pueden hacer cuando te metes de lleno en los entrenamientos, como patear por montaña, sacar la btt, carreritas como la del sábado....

Un beso guapa.