lunes, 23 de noviembre de 2009

El Hombre en Casa


Creo que esto ha sido una señal del cielo. Según abría el buzón, entre las cartas del banco, he recibido esto. En todo el tiempo que llevo viviendo sola, no me había planteado nunca la necesidad de un hombre en casa.


Si "El Fari" levantara la cabeza estaría orgullosísimo de este señor que ofrece sus servicios por los buzones. Es el auténtico anti-hombreblandengue. Y fijaos si encima está casado y además de "cumplir"en casa le queda tiempo para ofrecernos sus servicios a nosotras, mujeres solas y desvalidas. Reconozco que hace ya tres años que me mudé y todavía tengo bombillas sin instalar. Caminar por el pasillo de mi casa por la noche es una actividad de riesgo hasta que uno llega a la cómoda, palpa con cuidado para no tirar nada, encuentra el pié de la lamparita, lo recorre con cuidado hasta que llega a la cadenita que hace las veces de interruptor, y se hace la luz.


Ahora, estaré mucho más tranquila.