miércoles, 19 de octubre de 2011

Tienes que aprender muchas cosas... y las vas a aprender.

Aprender a sujetar, a ser guía.

Aprender a ser paciente. Ya no somos dos, y uno sólo tarda más.

Aprender a ser fuerte y mañoso a la vez.

Aprender a abrazar con fuerza. Aprender a acariciar.

Los palillos del "japo". Gran reto.

Saludar, despedirse, chocar...

Querido brazo izquierdo, te va a tocar currar.

martes, 6 de septiembre de 2011

Seré breve


Esta foto me transmite mucho, mucho, mucho. No sé expresarlo, ni explicarlo. Sólo sé que no me lo hubiera transmitido con 20 años ni con 30. Es con 40 cuando puedo realmente apreciar el sentido de esta foto. Y no estoy teniendo en cuenta que horas después de hacer esta foto, John Lennon fue asesinado. No, sólo la observo.

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Fantástico el reportaje sobre Annie Leibovitz que echaron el domingo en La 2 "Life through a Lens"

viernes, 19 de agosto de 2011

La neurona despistada




La primera vez que yo recuerde que tuve un "Deja-vu" fue de pequeña. Debía tener 6 o 7 años. Pasaba por un túnel hecho de piedra de granito que comunicaba las piscinas municipales en el pueblo en el que veraneaba. Recuerdo esa sensación de haber vivido eso antes. Conocía el pasillo y esa sensación de frescor que daba pasar por él en pleno verano. Un "deja-vu" es en realidad un fallo en nuestro cerebro. Lo que estamos viviendo y que debería ir a la zona de la memoria a corto plazo, gracias a una neurona despistada, pasa a la zona de la memoria a largo plazo y nos hace el lío. Vamos, que nos engaña y nos hace creer que lo que estamos viviendo, también lo recordamos.







Está claro que nuestro cerebro no es perfecto ni siquiera en los que nos consideramos individuos mentalmente sanos. Existe otro caso de neuronas despistadas que afecta a los seres humanos mujeres (en mayor medida). De vez en cuando y no porque sí ya que afectan factores externos pero esto sería tema de otra entrada distinta, hay unas neuronas que se vuelven locas y en su camino del cerebro al corazón, se despistan y se escaquean a las vísceras y otras zonas del sistema escretor.









De esta forma, cuando una debería ser dulce, expresar amor, sentirlo y exteriorizar sentimientos positivos, deja salir todo tipo de ácidos, bilis, detritos y residuos. Menos mal que son disfunciones de nuestro sistema neuronal y no son algo cotidiano, al igual que no lo son los "deja-vus". Aún así, como cuando una vomita bilis, y esto lo conocéis todos porque seguro que os habéis pillado en algún momento de vuestra vida un "pedal de esos del quince", se queda en la boca un sabor amargo muy desagradable.








Deberíamos aprender algún sistema para que esta neurona despistada que se acomoda en las vísceras, fuera eliminada de forma menos amarga. Quizás tomando laxantes o diuréticos, no sé. O con una dieta de esas depurativas de sirope de arce, aunque se pasa mucha hambre.








En los seres humanos hombres, también se da otro caso de neurona despistada. Esa neurona también debería ir del cerebro al corazón, pero en el caso de los hombres (ese 99% que le da mala fama al resto) se desvía y no se queda en las vísceras sino que va más allá. Tiende a aposentarse en los genitales. Y no hace falta contar más.