Criterium Girona, Escalada a Montjuic.... venga vale, ya está.

Este fin de semana hemos estado en las últimas carreras de la temporada de tándem. El sábado corrimos el Criterium Internacional de Catalunya en Girona y el domingo la Escalada a Montjuic.

Lo del Criterium suena muy pomposo pero básicamente era una carrera en un polígono para veteranos y después los tándem. ¡Menuda piloto que se trajo Elvira, la catalana! Es una chica que se llama Teresa Costa y que tiene unas piernas que dan miedo. Me encantó correr con ella. Que me traigan muchas de esas, que se aprende un montón y lo hacen todo solas, sin necesidad de que las espere nadie a la vuelta de la esquina.

Lo de Montjuic, pues ya sabéis, es una carrera mítica que acaba con la temporada ciclista. Me tenían acojonada con la subida así que me llevé mi 25 en el bolsillo y con él no tuvimos problemas.

Después de Burdeos, habíamos bajado mucho el ritmo de los entrenamientos. Yo tuve 2 semanas de parón total por trancazo y después me he limitado "salir" con la bici y meter dos sesiones de calidad la semana pasada. Aún así, no he conseguido desconectar la cabeza ya que aunque Nuria me intentara convencer que lo de Montjuic no tenía importancia, yo soy así como soy, y todo lo que hago es importante.

Por fín llego al descanso del que ya tenía ganas. No pienso tocar una bici en las próximas 3 semanas. No pienso hacer nada. Eso sí, tengo muchas ganas de empezar otra vez, y de preparar la temporada que viene que, sin duda, es una temporada muy, muy, muy importante.

Así que en este blog, no se va a hablar de entrenamientos en tres semanas, pero ya sabéis que a mi no me importa. Hablaré de cualquier cosa, que tengo facilidad para ello.

Estoy a la espera de que me manden fotos de este fin de semana (Iván, Karlos) para ir contándolo. Me lo he pasado bien. Las dos carreras han sido bastante "light", sin tener que dejarse mucho los cuernos, aunque he de decir que la de ayer me dejó sabor a sangre en la boca durante más de una hora.

Hemos echado de menos a las Pistardas, por supuesto, pero ya voy conociendo a más gente y me voy sintiendo más a gusto. Recuerdo el primer día, en la Vuelta a Madrid: no conocía a nadie, a Nuria la acababa de conocer, nos pusieron en habitaciones distintas..... yo me quería largar de ahí. Me sentía como una niña pequeña que a la que sacan de su casa y la llevan a un internado. ¡Cómo ha cambiado la cosa!