Thelma y Louis

Me acordaba hoy de una carretera que encontramos en Navarra, entrenando Nuria y yo. Era una carretera con unas rectas interminables, un asfalto buenísimo y por la que pasaba un coche cada 10' o más. Parecíamos Thelma y Louis, las protas de un "road movie".

Ahora la cosa es muy distinta: ya no tenemos carreteras para entrenar y nos tenemos que conformar con el circuito de la carrera y el callejeo del hotel al circuito.












Ayer nos subimos al podio Nuria y yo. Durante una vuelta de reconocimiento al circuito nos cayó una chupa de agua impresionante y nos pilló a huevo para resguardarnos. La foto está tomada desde ahí, y se ve tan borrosa por la cortina de agua que estaba cayendo.










Vicente Arzo y Roberto Alcaide se han subido hoy, no para resguardarse, sino para recoger sus medallas de bronce. ¿Qué se sentirá? Supongo que si es tu primera medalla, una alegría inmensa, y si ya has tenido el oro en tus manos anteriormente, un poco de rabia porque sólo sea un bronce. Todo en esta vida es relativo.




















Mañana nos espera otro día de estrés con la C.R.I. Las dudas sobre el plato pequeño se despejaron en seguida porque con un 46 no bajaba bien la cadena ¿?. Llevaremos lenticular atrás y manillar de triatlón. Me encanta el ruido de la lenticular. A ver si el ruido hace su correspondiente efecto placebo.

Me alegra leer que hay amigos de otras aventurillas que están leyendo el blog, me siento más acompañada.

Pistardas, os echo de menos.