Aprender a sujetar, a ser guía.
Aprender a ser paciente. Ya no somos dos, y uno sólo tarda más.
Aprender a ser fuerte y mañoso a la vez.
Aprender a abrazar con fuerza. Aprender a acariciar.
Los palillos del "japo". Gran reto.
Saludar, despedirse, chocar...
Querido brazo izquierdo, te va a tocar currar.