sábado, 25 de febrero de 2012

El salmón "ajqueroso". Maldito salmón ahumado.

Cogí un cacho, con hambre, y me lo metí en la boca. Lo mastiqué y lo tragué. Lo hice rápido sin pensar y sin saborearlo. Mientras tragaba me empezó a llegar un tufillo a podrido. Aún así, cogí otro cacho más grande y me lo metí en la boca. Mientras lo masticaba el tufillo se confirmaba. Estaba podrido. Sin tragarlo lo escupí en el cubo de la basura mientras me daba una arcada.

Realmente tampoco es que sea un gran manjar, pero cuando no hay otra cosa.... Suele venir envasado en sobres con aspecto lujoso, con mucho dorado y negro. Esta maldita dieta de proteínas es lo que tiene, que el salmón ahumado nos parece un gran bocado. El ahumado, enmascara el sabor a pescado crudo y en este caso, enmascaró la podredumbre.

La verdad es que si lo pienso, el salmón no tiene culpa de nada. Él estaba ahí en la nevera, pasivo, solitario en la repisa de cristal del frigo, pudriéndose. Juro que tenía buen aspecto y daba el pego en su sobre con aspecto lujoso. La monotonía del pavo y el queso fresco, hicieron que me lanzara al salmón sin usar mi olfato, a veces tan bueno pero que esta vez ignoré cometiendo un gran error. Mi olfato me podía haber librado de comerme ese cacho podrido.

Cuando me dí cuenta de todo, con el segundo trozo en la boca, lo escupí con mucho asco y casi vomito. Ahora esperaré las consecuencias. Puede que me salgan granitos, y que de repente me den unos retortijones terribles y me tenga que anclar al water.

Y me da rabia, mucha rabia. Podía haberme empachado de algún manjar delicioso y ahora pagar las consecuencias. Algo de lo que hubiera disfrutado, en una mesa con amigos y buena conversación. Ahora me dolería la tripa, pero me habría llevado ese ratito agradable. Sin embargo, el salmón ahumado, podrido poco a poco en la soledad de la nevera.... pasivo, no me ha hecho disfrutar nada.

Lo peor de todo es que el pobre salmón, con ese color tan bonito, en su sobre lujoso con negro y dorado, solitario y pasivo en la nevera, no sabe que se está pudriendo.

2 comentarios:

yomordiakofiannan dijo...

Qué metáfora del país!

Esperanza dijo...

Ratoncito, es que soy como Góngora!!! :-)